Psicología. Acompañamiento emocional desde el vínculo, el respeto y la curiosidad.

Déjame decirte antes de seguir, que eres muy valiente. Estás aquí leyendo esto y eso demuestra que has dado el primer paso para ayudar a tu hijo, para sanar tú, sanar él y ayudar a sanar el círculo familiar.

Quizás sientas un poco de incertidumbre, miedo a exponerte o a abrirte en canal, pero este es el primer paso para conseguir lo que más deseas, ayudar a tu criatura y recuperar la armonía familiar.

Juntos vamos a sanar el niño, ya sea al niño de edad, como a ese niño interior que llevamos dentro, ese niño que no encontró su espacio para convertirse en un adulto sano y fuerte.

Vamos a mirar a ese niño a la cara, para sanarlo y repararlo desde la terapia EMDR, la crianza respetuosa y el círculo de seguridad.

Vamos a trabajar en conjunto para crear un adulto bueno, sabio, fuerte y sin culpa.

En Emotiva nuestro objetivo es ofrecerte recursos para salir a flote y saber nadar en el mar.
Para por fin sentirse mejor contigo mismo, con tus hijos y con tu familia.

Pero quiero ser muy sincera contigo, si estás buscando a alguien que eduque a tu hijo, que le enseñe a ser obediente o que le facilite unas pautas de conducta. Este no es tu sitio.

Aquí acompañamos a las personas, les servimos de bastión y de guía. Somos el canal.

Les ayudamos a entenderse y relacionarse mejor consigo mismo y con los demás.

Les proporcionamos estrategias de autoconocimiento y de regulación emocional, para procesar vivencias negativas.

Vamos a trabajar en conjunto para crear un adulto bueno, sabio, fuerte y sin culpa.

El objetivo que tenemos en Emotiva es ayudar a las personas para que su vida se transforme sin que sean conscientes, para que el proceso surja de forma natural.

Somos el canal que ayuda a encontrar los propios procesos respetuosos.

Mi experiencia a lo largo de 11 años me ha demostrado que, si yo te digo lo que tienes que hacer, al final no vas a integrarlo. El proceso es tuyo y solo tuyo, yo solo te ayudo a encontrar tus propias respuestas.

Los procesos que se fuerzan no funcionan bien. Por eso, es tan importante respetar el ritmo y las necesidades de la persona a la que se acompaña. Ser la guía que le va ayudando abrir puertas en el momento preciso.

Entiendo el proceso de descubrir por qué estamos como estamos, de dónde viene nuestro malestar y a partir de ahí lo que interpretamos sobre lo que nos está pasando. La estrategia de supervivencia que hemos creado.

En Emotiva buscamos a padres que estén dispuestos a verse primero a ellos mismos; padres que valoren si están preparados para asumir el proceso de sanación propio para luego abordar el proceso terapéutico de su criatura.

TERAPIAS

Psicología Sanitaria

Terapia Individual

A todos nos puede venir bien un alto en el camino, una parada técnica que nos ayude a organizar nuestro presente para seguir avanzando hacia el futuro desde el bienestar. Un momento para cuidarnos, mimarnos, ponernos en orden desde el respeto, la confianza y la aceptación incondicional sin juicios.

Terapia Infantil

La salud y el crecimiento suponen una tendencia innata durante la infancia. Cuando esto no es así, es que algo impide el correcto desarrollo. Aplicamos la terapia apoyándonos en las innumerables potencialidades de los niños y niñas más allá del síntoma (problemas de alimentación, sueño, problemas escolares, de relaciones sociales, de esfínteres, etc). Lo importante es tener en cuenta sus facetas: sensorial, afectiva, intelectual, social y espiritual, tratando de favorecer el desarrollo integral del niño y descubriendo que es lo que interfiere en ese crecimiento espontáneo.

Basamos la terapia en el vínculo como la herramienta de trabajo, teniendo en cuenta que el niño que es respetado, aprende a respetar. Y que el que es aceptado, acepta. A partir de ahí, le ayudaremos a tomar conciencia del poder que tiene sobre su vida para cambiar y mejorar, así como de la responsabilidad sobre sus actos.

Terapia con adolescentes

En Emotiva creemos, y así se lo hacemos sentir a los jóvenes, que la adolescencia es una etapa maravillosa. Es una etapa para gozar, descubrir y autoconocerse.

Nos definimos como Pro-adolescentes porque sentimos que son los más indefensos e incomprendidos en muchas ocasiones dentro del núcleo familiar.

Siguiendo con nuestra filosofía de trabajo, tomamos conciencia de la adolescencia como un período crítico de la vida, aunque también se trata de una etapa llena de descubrimientos y posibilidades. Ya no son niños, pero tampoco adultos; teniendo esto en cuenta, apuntalar una vez más el apoyo en el descubrimiento del propio camino desde el vínculo, la confidencialidad y la aceptación incondicional.

Crianza

Asesoramiento en crianza

En Emotiva Psicoloxía brindamos el espacio en el que volcar dudas, miedos, preocupaciones, donde podrás conocer la crianza sin premios y castigos, la comunicación empática y la escucha activa, cómo poner límites desde el respeto, acompañar y mejorar la gestión de emociones y los celos entre hermanos… Todo ello en un clima de confianza y distensión sin juicios.
No creemos en los “mapadres perfectos”, tampoco sirve llevar una carga de culpa, vamos a acompañarte en el proceso de ser “suficientemente buena”.

Crianza respetuosa

La crianza respetuosa tiene que serlo para todos los integrantes del núcleo familiar.

Si la crianza ya es en sí una tarea complicada, criar de forma consciente y respetuosa es, si cabe, mucho más difícil, ya que conlleva un ejercicio diario de revisión interna, desaprendizaje y reaprendizaje constante, porque muchas veces significa remar a contracorriente. Por eso es de vital importancia poder tener un apoyo y un lugar en el que sentirse comprendido, volcando dudas, agobios, miedos e incertidumbres.

Según los especialistas, la crianza respetuosa se trata de que los padres consideren al niño como una persona que posee los mismos derechos que un adulto, es una relación que se afianza sobre las bases de respeto, amor y límites no punitivos, es decir que no implican sanciones o castigos.

Crianza terapéutica

Tal como dice Elena Borrajo, de la que tanto aprendí sobre Crianza Terapéutica: “Criar a un hijo es la tarea más ardua que un adulto jamás tendrá. El único reto aún mayor es el de criar a un niño que sufrió malos tratos, carencias severas o que no dispuso de una figura primaria de apego durante sus primeros años de vida. Es nuestro empeño apoyar en la maravillosa tarea que estos adultos asumieron”.

Un proceso de terapia nos abre en canal. A la infancia también, que no se nos olvide.

Un proceso de terapia nos pone del revés. Implica la creación de un vínculo que se vuelve importante, debemos aprender a poner en juego un montón de recursos. Para el terapeuta también, por eso nosotras vamos a terapia y hacemos nuestro propio proceso personal, para que no se mezcle con el tuyo ni con el de tu criatura.

Es importante tener en cuenta esto a la hora de tomar la decisión de que nuestros hijos e hijas vayan a terapia.
Si no estás segura de poder proveer a tu criatura la disponibilidad de hacer su proceso como lo necesite, no le lleves. No le expongas a abrir su cuerpo y su mente a una desconocida si luego vas a arrancarlo del proceso sin ningún tipo de despedida y cuando a ti se te antoje. La terapia no es magia, no es inmediata, no “ves el resultado” de forma automática, no es para cumplir tus anhelos.

La terapia es para que el que viene se sienta mejor, pero cuando pueda. Porque hacer eso duele. Crear un vínculo terapéutico, vivir un proceso de terapia, duele, porque es enfrentarte a lo que muchas veces uno mismo no puede ver, únicamente alumbrado por la luz del terapeuta que te ayuda a sostenerte en ese proceso.

Por eso la despedida necesita su momento y su trabajo, porque cuando llega, lo notamos, sabemos que tenemos que poner fin a esa relación y nos parece bien, aunque nos pone un poquito tristes, es un momento alegre.

Romper ese vínculo, a destiempo, duele mucho, más si uno no está preparado para ello, si no entiendes la decisión, si te arrancan de esa relación importante.
A nosotras también nos duele.

Porque la despedida también necesita su proceso, el fin del vínculo de tu criatura con su terapeuta es suyo y si no eres capaz de ser sensible a ello, no le expongas. No le invites a crear algo que no eres capaz de sostener.

Si no sabes la disponibilidad de tiempo o económica que tienes, ve tú, haz tu proceso primero, crea el vínculo, siente la dificultad del proceso terapéutico , observa cómo se construye el vínculo con tu terapeuta, aprende cómo no es tan fácil cambiar, cómo aunque muchas veces “sepas aquí 🧠” no siempre “sabes aquí 🫀” al momento, y vuelves a caer en lo que no debes. Intenta ayudar a tu criatura desde tu propio proceso y, si no es suficiente, llévale, pero desde la consciencia de que es un regalo para tu criatura, no para ti.